¡Felices Pascuas!

En música, hablar de Semana Santa es hablar de Johann Sebastian Bach y de sus Pasiones, la de San Mateo y la de San Juan. Existen pocos binomios más estrechamente relacionados que estos. Por ello, me permito hoy, día de Pascua, traer al blog un Aria de su Pasión de San Juan (BWV 245). Se trata del Aria para contralto "Es ist vollbracht!" (¡Todo se ha consumado!). Citar a J.S. Bach es, en gran medida, referirse a su Pasión de San Mateo, un monumento musical como pocos en la historia de la música. Lamentablemente, esta fama ha eclipsado a su hermana, la Pasión de San Juan, que no desmerece en nada el arte de su compositor, puesto que contiene momentos de una gran musicalidad y belleza. Si yo tuviera que quedarme con uno, elegiría precisamente el Aria "Es ist vollbracht!", situada en la parte final de la obra [no menos hermosa es el Aria que le sigue, para Bajo y Coro: "Mein teurer Heiland, laß dich fragen" (Mi Salvador, déjame preguntarte)]. En su mayor parte, es un diálogo entre el solista y la viola de gamba, acompañada por el órgano y el bajo continuo. En la parte final se suman los violines y violas, en un alla breve, para enfatizar la frase "Der Held aus Juda siegt mit Macht und schließt den Kampf" (el héroe de Judá venció con fuerza y finalizó la lucha), extinguiéndose a continuación el Aria con el diálogo entre el solista y la viola de gamba.

Texto del Aria:

Es ist vollbracht! / O Trost vor die gekränkten Seelen! / Die Trauernacht / Läßt nun die letzte Stunde zählen. / Der Held aus Juda siegt mit Macht / und schließt den Kampf. / Es ist vollbracht!
[¡Todo se ha consumado! / ¡Oh consuelo de las almas dolientes! / La noche del dolor / deja contar las últimas horas. / El héroe de Judá venció con fuerza y finalizó la lucha / ¡Todo se ha consumado!]

La versión que os dejo es la del director alemán Nikolaus Harnoncourt, un una interpretación de las calificadas como "historicistas" o "históricamente informadas". Tiene sus años, lo que le hace caer en uno de los, para mí, principales defectos: la utilización de niños (los Tölzer Knabenchor) para el coro y partes solistas, por aquello de que Bach utilizaba niños para interpretar sus obras (el pobre echaba mano de lo único que tenía). El niño que interpreta el Aria lo hace bien pero no tiene comparación con cualquier solista profesional. Y ese es, para mí, su principal defecto. Sé que estas interpretaciones, en especial las de Harnoncourt, hacen las delicias de algunos melómanos, que agradecerán esta elección (espero que sea del agrado de mi compañero Josep Mª Fontanellas, de la Universidad de Lérida, persona de gran sensibilidad musical). Personalmente, si tuviera que recomendar una versión de esta Aria (y, en general, de toda la obra) me inclinaría por la dirigida por Helmut Rilling en el año 1996 para la "Edition Bachakademie", en la que la interpretación de esta Aria es, sencillamente, sublime.
Os dejo con esta música maravillosa y mis felicitaciones de Pascua.