Conflictus Legum cumple 10 años

El 7 de febrero de 2008 publiqué la primera entrada de este blog, iniciando la que entonces era una aventura incierta. Por esas fechas ya se utilizaban los blogs y había compañeros que tenían su blog personal desde el que daban a conocer las novedades que se producían en temas de DIPr de su interés. Es de justicia reconocer la labor pionera del blog Conflict of Laws .net, del primigenio blog de los compañeros del área de Derecho Internacional Privado de la Universidad Autónoma de Barcelona, o de mi compañero Aurelio López Tarruella a través de su blog Lvcentinvs. Después irían viniendo más blogs, como el de Pedro A. de Miguel o el blog de la profesora italiana Marina Castellaneta, hasta llegar más recientemente el Blog de José C. Fernández Rozas. Incluso, y aunque sea en un formato algo distinto al de un blog, hay páginas web que desempeñan una importante labor de información y de guía, con constantes y útiles comentarios. En este sentido cabe citar la meritoria labor de la página web Migrar con derechos, de mi compañera Aurelia Álvarez Rodríguez, en la que se puede encontrar una exhaustiva y minuciosa información sobre un tema tan complejo y cambiante como es el derecho de la extranjería. También es de justicia citar la página web Millennium DIPr, gestionada por mi entusiasta compañera Pilar Diago Diago, en la cual, junto a una encomiable labor de difusión del DIPr, se puede encontrar valiosa información que combina doctrina, legislación, jurisprudencia e incluso cuestiones destinadas a la docencia. En las líneas anteriores me he centrado solamente en el ámbito del DIPr, y pido disculpas por si me he olvidado de alguna referencia.

Es cierto que, como he dicho, vendrían nuevos blogs, pero algunos también se "irían", en ocasiones para volver más tarde con nuevos ánimos e ideas renovadas, y en otras para no volver. Ello pone de manifiesto que escribir un blog, a pesar de lo que algunos puedan creer, no es una tarea fácil. Basta con preguntar a cualquiera de los autores y lo corroborará. Publicar día tras día, mes tras mes y año tras año, y publicar cosas que puedan interesar o que sean útiles al público, a "tus" lectores, exige un esfuerzo constante de actualización, de inventiva, de buscar tiempo para hacerlo, en definitiva de "estar ahí". Un blog no es una página de autobombo -una especie de "autobotafumeiro"- ni un Guadiana, que puede aparecer y desaparecer en cualquier momento, porque los lectores se cansan de la autoalabanza y de la inconstancia; por decirlo llanamente, el autor se convierte en una persona "no fiable", de la que no se sabe qué esperar.

Los blogs jurídicos son de temática variada y sus autores optan por diversas "modalidades". Es decir, algunos se decantan por dar noticias de temas relacionados con el objeto del blog; otros prefieren publicar opiniones personales sobre cuestiones destacadas; también se puede optar por dar una información general actualizada, lo que es el caso de Conflictus Legum; incluso puede ser una mezcla de diversas modalidades. Desde el principio tuve claro que el blog tenía que intentar dar información legislativa, jurisprudencial y bibliográfica actualizada en materia de DIPr. Hoy en día -ya lo empezaba a ser en el año 2008- se puede obtener mucha información de DIPr a golpe de click, a través de Internet, de manera que es prácticamente imposible estar al día de todo lo que se publica; especialmente en el ámbito doctrinal y jurisprudencial. Por eso creía, y lo sigo creyendo, que en medio de la constante sobreinformación que nos rodea, lo importante es estar al día en materia legislativa y, en la medida de lo posible, en el ámbito de la interpretación y aplicación de las normas, esto es, la jurisprudencia; cuando no de la emanada de los órganos jurisdiccionales más importantes, como el TS español, el TJUE e incluso, en ocasiones, del Tribunal de Estrasburgo (TEDH). Si desconocemos las normas, que son la base y fuente primaria del ordenamiento jurídico, nuestros conocimientos devienen obsoletos e inútiles. Éste ha sido mi objetivo estos diez años y creo que, a pesar de las luces y de las sombras de mi trabajo, en gran parte lo he conseguido.

Precisamente, los distintos objetivos que pueden estar debajo de un blog, o de una página web, hacen que todos los blogs sean útiles y necesarios. Cada uno en su campo y con su metodología. Aunque existan inevitables repeticiones, todos nos complementamos y todos somos necesarios. Otra cosa es que a cada lector le sea más útil un blog que otro en función de sus intereses y preferencias. Por eso, basándome en mi experiencia personal a lo largo de estos años, animo a todos aquellos que contra viento y marea mantienen un blog -y especialmente a aquellos que están a punto de tirar la toalla- que perseveren en su tarea, por difícil que pueda parecer, pues siempre hay un grupo de lectores a los que su trabajo les es de utilidad; y que no se dejen influir por el número de lectores, por el contador de  visitas, del blog. Eso sí, si alguien considera que su blog tiene pocos lectores, tal vez debe replantearse el enfoque o abordar novedades que pueden hacerlo más atractivo.

Creo que esta celebración me da pie a citar algunas cifras del blog que demuestran el trabajo y la cobertura de Conflictus Legum a lo largo de estos años -al amparo de este 10º aniversario pido clemencia por lo aburrido, o incluso presuntuoso, que puedan resultar estos datos; prometo no volver hacerlo en el próximos diez años-. En este decenio se han publicado 7.115 entradas, lo que supone un promedio de 710 entradas por año. Teniendo en cuenta los diversos medidores que utilizo y que permiten realizar las estadísticas del blog (contador de la página, estadísticas de ClustrMaps, Blogger y Google Analitycs) en estos diez años el blog ha recibido más de 660.000 visitas, se han iniciado unas 400.000 sesiones, contabilizándose unos 225.000 usuarios. El historial completo de páginas vistas asciende a más de 1.257.000. Se han recibido visitas de 150 países del mundo, siendo España el primer país por número de sesiones (más de 316.000), seguido de Italia (casi 14.000), Alemania (más 5.800), México (casi 5.400), EE.UU. (más de 5.200), Argentina (más de 4.400), Portugal (más de 4.000), Reino Unido (casi 4.000), Colombia (más de 3.100) y Perú (casi 3.000). Finalmente, más de 260 personas reciben diariamente por correo la notificación de las novedades del Blog a través del servicio prestado por la empresa Feedblitz.

Quiero poner de manifiesto que estas estadísticas solamente tienen sentido si se interpretan en clave de transferencia de resultados de la investigación de los contenidos del blog; esto es, de personas que han podido acceder a sus contenidos y, en alguna manera, beneficiarse de ellos. También adquieren sentido en relación con la utilidad de sus contenidos, puesto que si las entradas publicadas no fueran útiles a los lectores/visitantes, estos lo abandonarían.

Para finalizar, quiero agradecer a los lectores de Conflictus Legum su seguimiento, fidelidad y, en algunos caos, su retroacción mediante mensajes de ánimo o con sugerencias útiles. Está claro que sin ellos el Blog no existiría hace años. Aprovecho también para realizar un llamamiento a las personas que tenga algo útil que compartir para que se animen a escribir un blog o a utilizar cualquier otra de las múltiples posibilidades que las tecnologías de la información y la comunicación o las redes sociales nos ofrecen para difundir el conocimiento del DIPr. Esto no es el coto privado de nadie, ni nadie puede pretender acaparar en exclusiva toda la información. La cantidad de información circulante es de tal magnitud, que todos tenemos algo que aportar; todos somos necesarios y, a diferencia de las publicaciones en el pasado, afortunadamente hoy en día ningún medio ni nadie puede monopolizar la difusión del conocimiento.

Mi reto para los próximos diez años es continuar editando Conflictus Legum y que sus contenidos puedan seguir siendo útiles. Mi deseo para sus lectores es que ellos también estén ahí y puedan continuar leyendo y beneficiándose de sus contenidos.

Para acabar, y como es costumbre en la grandes ocasiones, os dejo un pieza musical. Para esta ocasión he elegido el "Benedictus" del Sanctus de la Misa en Si menor del Maestro Johann Sebastian (Bach). Esta obra, número de catálogo BWV 232, es su obra cumbre y una gran parte de su números son "parodias", esto es, material reciclado/reutilizado de otras obras. En el año 2015, la partitura manuscrita de esta obra fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La obra está llena de números y de momentos maravillosos, pero he elegido éste (quizás mañana o la semana próxima elegiría otro) por su hermosura y sensibilidad. Espero que lo disfrutéis.