"Estado Mundial de la Infancia 2013:
Niñas y niños con discapacidad"
(Informe anual de la UNICEF)
Cada año, la publicación insignia de UNICEF, Estado Mundial de la Infancia (EMI), examina los factores que afectan a la infancia alrededor del mundo. El informe, que incluye numerosas estadísticas e información, está dedicado este año a las niñas y niños con discapacidad. Los niños con discapacidad y sus comunidades se beneficiarían si la sociedad se centra en lo que los niños pueden lograr en vez de en lo que no pueden hacer. Es la principal conclusión del Estado Mundial de la Infancia 2013.
El análisis del EMI se ha centrado en las niñas y los niños con discapacidad, que son unos 93 millones en el mundo. Estas niñas y niños no son un problema. Más bien, son hermanas, hermanos, amigas o amigos que tienen una canción, un juego o un plato favoritos; una hija o un hijo con sueños y el deseo de verlos cumplidos; un niño o una niña que sufre de alguna discapacidad, pero que tiene los mismos derechos que cualquier niña o niño. Si se les da la oportunidad de prosperar como a los demás niños, aquellos que tienen discapacidades poseerán el potencial para llevar vidas plenas y contribuir a la vitalidad social, cultural y económica de sus comunidades. No obstante, sobrevivir y prosperar es particularmente difícil para los niños y niñas con discapacidad.
Concentrarse en las capacidades y el potencial de los niños con discapacidad ofrecería beneficios a la sociedad en su conjunto. “Cuando uno ve la discapacidad antes que al niño, no sólo es malo para el niño, sino que priva a la sociedad de todo lo que ese niño tiene que ofrecer”, ha dicho el Director Ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake. “Su pérdida es una pérdida para la sociedad, su ganancia es una ganancia para la sociedad”.
El papel clave de la educación
El informe expone cómo las sociedades pueden ser inclusivas para los niños con discapacidad, porque cuando ellos desempeñan una función en la sociedad, todos se benefician. Por ejemplo, la educación inclusiva amplía los horizontes de todos los niños incluso cuando su objetivo principal es ofrecer una oportunidad a la infancia con discapacidad para lograr sus ambiciones. Aumentar las actividades para apoyar la inclusión de los niños con discapacidad ayudaría a hacer frente a la discriminación, que les empuja aún más hacia los márgenes de la sociedad.
Incluir a los niños con discapacidad desde el nacimiento
Para muchos niños con discapacidad, la exclusión comienza en los primeros días de sus vidas, cuando se registra su nacimiento. A falta de un reconocimiento oficial, se encuentran aislados de los servicios sociales y de la protección jurídica, que son cruciales para su supervivencia y sus perspectivas. Estos niños tienen menos probabilidades de recibir atención médica o de ir a la escuela. Se encuentran entre los más vulnerables a la violencia, el abuso, la explotación y el abandono, sobre todo si se les oculta o se les ingresa en instituciones, algo que ocurre con frecuencia debido al estigma social y el coste económico que supone su crianza. El resultado combinado es que los niños con discapacidad se encuentran entre las personas más marginadas del mundo. Todos los niños que viven en pobreza son quienes menos posibilidades tienen de asistir a la escuela o acudir a un centro sanitario, pero para los que viven en la pobreza y además tienen una discapacidad esta posibilidad es aún menor. El género es un factor clave, ya que las niñas con discapacidad tienen menos probabilidades que los niños de recibir alimentos y atención.
Hay pocos datos precisos sobre el número de niños con discapacidad, qué discapacidades tienen y la forma en que afectan a sus vidas. Como resultado, pocos gobiernos disponen de una orientación fiable para la asignación de recursos a fin de apoyar y ayudar a los niños con discapacidad y a sus familias.
Avances en la inclusión de niños con discapacidad
Sin embargo, y aunque de manera desigual, se está avanzando hacia la inclusión de los niños con discapacidad, y el Estado Mundial de la Infancia 2013 propone un programa de acción para el futuro.
El informe insta a los gobiernos a ratificar y aplicar la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y la Convención sobre los Derechos del Niño y a apoyar a las familias para que puedan cubrir los elevados costes que supone el cuidado de los niños con discapacidad. Alrededor de un tercio de los países del mundo no han ratificado hasta el momento la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. En el informe se insta a todos los gobiernos a que cumplan sus promesas de garantizar la igualdad de derechos de todos sus ciudadanos, incluidos los niños más excluidos y vulnerables.
Asimismo, el informe pide medidas para combatir la discriminación en las sociedades, los encargados de tomar decisiones y los proveedores de servicios esenciales como la educación y la atención sanitaria. Los organismos internacionales deberían asegurarse de que el asesoramiento y la asistencia que prestan a los países en desarrollo sean compatibles con la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. También deberían promover un programa mundial concertado de investigación sobre la discapacidad, con el fin de generar datos y análisis que orienten la planificación y asignación de recursos, dice el informe.
El Estado Mundial de la Infancia hace hincapié en la importancia de involucrar a los niños y adolescentes con discapacidad, consultándoles acerca del diseño y la evaluación de los programas y servicios destinados a ellos. Todos se benefician cuando los enfoques inclusivos tienen en cuenta la accesibilidad y el diseño universal de los entornos, que de este modo pueden ser utilizados por todos en la medida de lo posible, sin necesidad de que sean adaptados.