miércoles, 29 de enero de 2020

BOE de 29.1.2020 - Un Real Decreto redactado por los Hermanos Marx


Real Decreto 139/2020, de 28 de enero, por el que se establece la estructura orgánica básica de los departamentos ministeriales.
Nota: La sección de "Autoridades y personal - Nombramientos, situaciones e incidencias" del BOE de hoy viene petada. En algún sitio hay que recoger los 50 nombramientos que realizó ayer el Consejo de Ministros. Por lo que se ve, la joint venture "Colocaciones Pedro & Pablo" funciona a pleno rendimiento.

Dejando a un lado estas minucias de colocar amigos, no me resisto a comentar un par de cuestiones de este Real Decreto de organización de los Ministerios, digno de las mejores películas de Berlanga o de los Hermanos Marx. Vayamos por partes, aunque sólo me referiré a los temas que afectan a Justicia y a la Universidad, porque prefiero no comentar las direcciones generales Berlanguianas de 'Políticas Palanca' o de 'Derechos de los Animales', ambas del 'Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030'. La pareja Tip y Coll no hubiese podido superarlo.

El artículo 2 regula la nueva estructura del Ministerio de Justicia, que pasará a estar integrada por los siguientes órganos:
A) La Secretaría de Estado de Justicia, de la que dependen:
1º La Secretaría General para la Innovación y Calidad del Servicio Público de Justicia, con rango de Subsecretaría, de la que, a su vez, dependen:
a) La Dirección General para el Servicio Público de Justicia
b) La Dirección General de Transformación Digital de la Administración de Justicia
c) La Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública.
2º La Dirección General de Cooperación Jurídica Internacional y Derechos Humanos.
B) La Subsecretaría de Justicia, de la que depende la Secretaría General Técnica.
C) La Abogacía General del Estado-Dirección del Servicio Jurídico del Estado, con rango de Subsecretaría.
Se suprimen: la Secretaría General de la Administración de Justicia, la Dirección General de Relaciones con la Administración de Justicia, la Dirección General de Modernización de la Justicia, Desarrollo Tecnológico y Recuperación y Gestión de Activos, la Dirección General de los Registros y del Notariado, la Dirección General para la Memoria Histórica y la Dirección General de Cooperación Jurídica Internacional, Relaciones con las Confesiones y Derechos Humanos.
Resumiendo: integrada en la "Secretaría General para la Innovación y Calidad del Servicio Público de Justicia", que, a su vez, depende de la "Secretaría de Estado de Justicia", se crea la "Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública". Bueno, eso de que se crea es un decir, porque en realidad sustituye a la tradicional "Dirección General de los Registros y del Notariado", que desaparece.
Comentaba ayer que esto incluso va a ser divertido. ¿Cómo vamos a llamar a la nueva Dirección General? Acostumbrados a la conocida, y clásica, denominación de 'DGRN', ahora tenemos que encontrar un acrónimo para el recién remozado órgano. A la vista de la impronunciable y poco estética abreviatura de 'DGSJFP', propongo varios nombres: la 'Seju y Fepe', o 'SEJUFEP', o la 'DeGe de SeJu y Fepe'. Creo que al proponente del nuevo nombre le convendría apuntarse a un curso de Branding, o de Brandoffon, que aún es más modernillo.

Vayamos a la segunda noticia, que ésta sí es digna de los Hermanos Marx. El artículo 18 se ocupa de la estructura del nuevo Ministerio de Ciencia e Innovación, que pasa a estar integrada por los siguientes órganos: la Secretaría General de Investigación, con rango de Subsecretaría y de la que depende la Dirección General de Planificación de la Investigación; la Secretaría General de Innovación, con rango de Subsecretaría; y la Subsecretaría de Ciencia e Innovación de la que depende la Secretaría General Técnica. De entrada es curioso ver que la 'innovación' aparece en dos Subsecretarías.
Por otro lado, el artículo 22 recoge la estructura del Ministerio de Universidades, que pasa a estar integrada por la Secretaría General de Universidades, con rango de Subsecretaría, y la subsecretaría de Universidades, de la que depende la Secretaría General Técnica. Vuelvo a ver repetidas las 'Universidades' en una Secretaría General, con rango de Subsecretaría, y en una Subsecretaría.
Ahora bien, lo mejor aparece en la disposición adicional novena ("Medidas de coordinación en materia de investigación"), en la que se dispone lo siguiente (lo copio porque no tiene desperdicio):
"El Ministerio de Ciencia e Innovación y el Ministerio de Universidades, acordarán las medidas de coordinación necesarias para garantizar el funcionamiento cohesionado de la Administración en materia de investigación.
Estas medidas incluirán la creación, en un plazo máximo de un mes desde la publicación de este Real Decreto, a propuesta de ambos Ministerios y conforme a lo previsto en la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público, de un órgano de coordinación con participación paritaria de los mismos."
Vamos a ver si lo he entendido bien. Hasta hace unos días teníamos un "Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades" [integrado por la Secretaría de Estado de Universidades, Investigación, Desarrollo e Innovación, la Secretaría General de Coordinación de Política Científica, así como la Subsecretaría de Ciencia, Innovación y Universidades], pero con el nuevo Gobierno de colocación, ¡uy, perdón! de coalición (¿en qué estaría yo pensando?), hemos pasado a tener dos Ministerios: el "Ministerio de Ciencia e Innovación", con tres Subsecretarías, y el "Ministerio de Universidades", con dos Subsecretarías. Es decir, hemos pasado de tener un Ministerio con tres órganos directivos a dos Ministerios con cinco órganos.
En este desenfreno orgánico las Universidades tenemos repartidas las competencias en dos Ministerios. Para la investigación dependemos del Ministerio de Ciencia e Innovación, y para todo lo demás del Ministerio de Universidades. Esta esquizofrenia organizativa -muy criticada en el mundo universitario desde el minuto cero- ahora lleva a crear un nuevo "órgano de coordinación" que garantice "el funcionamiento cohesionado de la Administración en materia de investigación". O sea, que a los cinco nuevos órganos directivos de los dos Ministerios tenemos que añadir un sexto órgano, una comisión, para coordinarlos. Hay dos expresiones que reflejan esta genialidad: "Hacer un pan como unas tortas [u hostias]" y "el parto de los montes" ("parturient montes, nascetur ridiculus mus", parieron los montes y nació un insignificante ratón).
Si se quería que todas las actuaciones relacionadas con las universidades fueran coherentes y coordinadas, ¿no hubiese sido mejor meter a las universidades y todas sus competencias en un mismo Ministerio? Supongo que sí, pero tal vez entonces no se hubiese podido colocar a tanta gente.

"Pedro, Pablo, ¡colocadnos a todos!"

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