jueves, 1 de enero de 2015

¡Feliz 2015!


Hete aquí que hemos puesto el pie en un nuevo año. ¡Parece que era el otro día que estaba escribiendo la entrada correspondiente al inicio del 2014!, y ya han pasado 365 días, 365 oportunidades de disfrutar de la vida que nos ha tocado en suerte vivir. Decía hace un año que me parecía de suma importancia concentrarse en el quehacer diario, disfrutar de ello, vivirlo, y dejarnos de consideraciones de lo que pudo haber sido (y no fue) y de lo que queremos que sea (y posiblemente no ocurra). En una palabra, vivir la vida conscientemente y aprender la sabiduría que nos regala.

En este sentido, este año me permito reproducir un poema, atribuido después de discusiones varias, al escritor y poeta norteamericano Max Ehrmann, y que se titula Desiderata. El texto fue publicado después de su muerte por su esposa en una colección de poemas titulada Desiderata of Happiness. Se cree que la idea que llevó a Ehrmann a componerlo fue su deseo de "dejar un humilde regalo, un trozo de prosa que ha alcanzado nobles honores", en palabras del propio autor recogidas en su diario. El poema dice así:
"Camina plácido entre el ruido y la prisa,
y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio.
En cuanto te sea posible y sin rendirte,
mantén buenas relaciones con todas las personas.
Enuncia tu verdad de una manera serena y clara,
y escucha a los demás,
incluso al torpe e ignorante,
también ellos tienen su propia historia.
Evita a las personas ruidosas y agresivas,
ya que son un fastidio para el espíritu.
Si te comparas con los demás,
te volverás vano y amargado
pues siempre habrá personas más grandes
y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus éxitos, lo mismo que de tus planes.
Mantén el interés en tu propia carrera,
por humilde que sea,
ella es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos.
Sé cauto en tus negocios,
pues el mundo está lleno de engaños.
Mas no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe,
hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales,
la vida está llena de heroísmo.
Sé tú mismo,
en especial no finjas el afecto,
y no seas cínico en el amor,
pues en medio de todas las arideces y desengaños,
es perenne como la hierba.
Acata dócilmente el consejo de los años,
abandonando con donaire las cosas de la juventud.
Cultiva la firmeza del espíritu
para que te proteja de las adversidades repentinas,
mas no te agotes con pensamientos oscuros,
muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
Sobre una sana disciplina,
sé benigno contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo,
no menos que los árboles y las estrellas,
tienes derecho a existir,
y sea que te resulte claro o no,
indudablemente el universo marcha como debiera.
Por eso debes estar en paz con Dios,
cualquiera que sea tu idea de Él,
y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones,
conserva la paz con tu alma
en la bulliciosa confusión de la vida.
Aún con todas sus farsas, penalidades y sueños fallidos,
el mundo es todavía hermoso.
Sé alegre.
Esfuérzate por ser feliz".
Me parece una magnífica reflexión para un inicio de año, en el que solemos plantearnos intenciones tan bienintencionadas como fugaces resultan ser.

Y como inicio del nuevo año nada mejor que el alegre ritmo (tan poco vienés en un día como éste) del "Can-can" de la escena segunda del acto segundo de la opereta cómica, estrenada en 1858, "Orfeo en los infiernos" del músico francés de origen alemán Jacques Offenbach:


¡Mis mejore deseos para año 2015!

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