Sirvan las primera líneas del año en el Blog para desear a todos un feliz año 2023, que seguro nos deparará cosas interesantes en todos los ámbitos. En los últimos tiempos se ha vuelto a poner de moda hablar de los aspectos negativos de la vida, como si solamente estuviéramos rodeados de desgracias y sinsabores, y fuéramos unos seres dotados de un especial imán para atraer solamente lo negativo a nuestras vidas. Y lo que es peor, como si se careciese de un futuro viable, lo que es especialmente dañino para las nuevas generaciones. Es cierto que los momentos que estamos viviendo no son para echar cohetes: una fuerte crisis económica; una guerra en Europa, aunque en realidad es una más entre varias decenas que en estos momentos se están librando en el mundo; ataques continuos a los derechos más elementales de la persona, justificados con argumentos más o menos convincentes, que esconden un afán de imponer las ideas propias sobre las ajenas; crisis migratorias, que ponen en serio peligro la vida de personas que desean mejorar sus condiciones de vida; ... Ahora bien, si echamos la vista atrás, vemos que todo ello ya lo ha vivido la humanidad, aunque tendemos a olvidarlo. Nuestra memoria es, afortunadamente, selectiva, con tendencia a olvidar lo negativo. Ahora bien, la contrapartida de nuestra desmemoria es que cuando se repite el ciclo, creemos que nos hallamos ante situaciones totalmente inéditas; o, si ya ocurrieron en el pasado, que jamás lo hicieron con la intensidad con la que las estamos viviendo ahora. Nada más alejado de la realidad. Como se dice en la Biblia, en el Eclesiastés, "nihil novum sub sole", nada hay nuevo bajo el sol.
A veces es bueno recordar -sin una finalidad malsana- las dificultades que pasaron nuestros antepasados inmediatos para comprobar que, a pesar del proverbio, no todo tiempo pasado fue mejor. En internet se puede ver un breve vídeo (de menos de 4') sobre los acontecimientos que les tocó vivir a las personas que nacieron en el año 1.900 y que vivieron aproximadamente hasta los 85 años. Impresiona la cantidad de crisis y desgracias que les tocaron en suerte. Sirva este vídeo como un recordatorio del pasado reciente para mirar el presente con menos quejas y para salir de la espiral malsana del negativismo. Como suele decirse, ningún mar en calma hizo experto a un marinero. Así que, ¡ánimo con el nuevo año recién estrenado!
Éste es el vídeo que os acabo de comentar. Me parece una reflexión aleccionadora.
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