miércoles, 25 de diciembre de 2024

¡Feliz Navidad!

 

¡Feliz Navidad a los amigos y lectores de Conflictus Legum! La semana pasada, la Comisión Europea y el Consejo publicaron un informe en el que, con cifras del año 2023, se afirma que en España las proporciones de la población en riesgo de pobreza o exclusión social en general y entre los niños aumentaron al 26,5 % y al 34,5 %, respectivamente, muy por encima del promedio de la UE (del 21,3 % y el 24,8 %), pudiendo ser calificadas como "situaciones críticas". Leí en un medio de comunicación que hay hogares en los que los niños ven 'normal' tener que dormir en un colchón en el suelo. Y que se considera que una familia tiene una privación material severa si, por ejemplo, no puede mantener la vivienda a una temperatura adecuada o comer carne, pollo o pescado (o su equivalente vegetariano) al menos cada dos días. 

Las dificultades que están padeciendo muchas personas, nos presentan un panorama sombrío, que podría empeorar a lo largo de los próximos meses -quien escuche los datos 'oficiales' puede constatar la realidad de la teoría de la física cuántica de los mundo paralelos-. La situación para miles de familias se ha vuelto desesperada, sin acceso a lo más elemental: la alimentación. A ello hay que sumar las carencias derivadas de la crisis energética. Hay hogares con una constante escasez de alimentos, lo que está generando graves problemas de desnutrición que afectan a las personas más débiles, como son los niños y los ancianos. Gracias a la solidaridad de muchas personas y al trabajo desinteresado de los voluntarios, muchas asociaciones y organismos privados están repartiendo diariamente miles de raciones de comida y de productos alimenticios básicos. Son constantes las campañas de los bancos de alimentos en las que se solicita ayuda para que en estas fiestas todos los hogares tengan comida y no se pase hambre.

Frente a esta situación podemos ayudar a las organizaciones que intentan paliar estas situaciones de carencia extrema. Basta con realizar un sencillo y efectivo gesto, que si bien no soluciona el problema, ayuda a aliviar los casos más extremos. Para quienes podamos hacerlo, propongo ir al supermercado de mejor precio que tengamos más próximo y comprar unos 20 euros de productos no perecederos de marcas blancas, a elegir entre garbanzos, lentejas, arroz, azúcar, pasta (macarrones, fideos, sopa), aceite de girasol, leche (la leche es un producto muy demandado, por lo que se pueden adquirir varios litros), tomate en lata, conservas de pescado, etc. Una vez adquiridos, los lleváis a la institución que os merezca más confianza: Caritas, Banco de Alimentos, Cruz Roja,... En cada Comunidad Autónoma o en cada provincia hay instituciones y organizaciones de ámbito territorial que están desempeñando una gran labor social. Todas ellas precisan de un aporte constante de materiales para poder repartirlos a quienes lo necesitan. Además, por estas fechas este gesto se ve facilitado, puesto que estas organizaciones suelen realizar campañas de recogida de alimentos en supermercados y grandes superficies. Como podéis ver, no se trata de dar dinero en efectivo (quien quiera y lo considere oportuno, también puede hacerlo) ni de comprar 15 kgs. de cada producto. Es suficiente con comprar unos 20 euros de productos, que serán aproximadamente unos 10 kgs. (depende de los productos). Por esta razón es preferible comprar marcas blancas en supermercados de mejor precio, porque no importa la marca sino el producto y cualquier marca blanca tiene una calidad contrastada y suficiente. Con los productos básicos que he comentado, una familia de cuatro miembros puede alimentarse alrededor de una semana.

Como decía, este gesto no arreglará el problema, pero es una manera efectiva de ayudar a paliar problemas reales y actuales de nuestro entorno, a la vez que nos hace sentir útiles frente a ellos. Lo importante es actuar. Como os he dicho, las organizaciones que ayudan a quienes carecen de alimentos precisan de un aporte continuo de materias, y más en estas fechas. Seguro que os agradecerán la aportación. Quienes tenemos la suerte de no vivir estas privaciones, debemos ser conscientes de nuestra situación privilegiada e intentar ayudar a quienes no corren nuestra suerte.

 

Como viene siendo costumbre, os dejo un recuerdo musical para estas fechas. Este año se trata de una obra para el tiempo de Navidad de Francis Poulenc, titulada Hodie Christus natus est y que es uno de los "Quatre motets pour le temps de Noël", compuestos en los años 1951 y 1952.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios son responsabilidad exclusiva de su autor. Se reserva el derecho de eliminar cualquier comentario contrario a las leyes o a las normas mínima de convivencia y buena educación.